Mapa recorrido
La primera sorpresa de la jornada fue encontrarnos en el pueblo de Los Arcos con plantas típicas mediterráneas, como chumberas y cardones.
También nos encontramos con otras plantas cultivadas curiosas, como los acantos, Acanthus mollis, en cuyas hojas se inspiraron los antiguos para la decoración de capiteles de tipo corintio de las iglesias y el olivo de Bohemia, Eleagnus angustifolia
Lo normal era encontrarnos con olivos.
El paisaje inicialmente está dominado por los campos de cultivos de cereal, barbechos, viñedos y olivares.
En la sierra el paisaje lo conforman una alternancia de cultivos, fundamentalmente de cereales, olivos y algunos viñedos y un matorral muy cerrado y espinosos, la garriga.
Este matorral lo componen fundamentalmente los enebros de la miera, Juniperus oxycedrus, que vemos a la izquierda y derecha y la coscoja, Quercus coccifera, en el centro, todos ellos y otros más arbustos resistentes al fuego y que se han hecho dominantes por la práctica de la quema de pastos.
También destaca poderosamente las grandes rocas de arenisca que se levantan como ruinas de edificios, son las llamadas "areniscas ruiniformes", la tectónica de la zona las ha levantado y la erosión ha hecho el resto.
En los bordes de los caminos observamos unas rocas blanca que se rallan fácilmente con la uña, son yesos y son también los responsables de buena parte del relieve de esta zona, ya que es un material muy plástico y con el agua se hincha de manera que levantan los estratos de areniscas superiores dando lugar a pequeñas sierras ondulantes, redondeadas y con aspectos de "tetones".
Ahora bien sin ninguna duda, la joya del recorrido es la basílica de San Gregorio Ostiense en las proximidades de Sorlada. Aquí la vemos con la sierra de Codés al fondo majestuosa y nevada.
Vista desde el sur
Otras otras perlas del recorrido son las margaritas en pleno enero, el estramonio, Datura stramonium, entre los barbecho,
Un búnker de la guerra convertido en puesto de caza o una llamativa peziza escarlata, Sarcoscypha coccinea, un hongo que rompe las normas fructificando en pleno invierno e incluso bajo la nieve para darle un poco de colorido.
Y por supuesto tampoco podemos olvidarnos del pueblo de Los Arcos con su magnífica iglesia de Santa María.
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