lunes, 27 de abril de 2015

Saragüeta - Larrogain. 25/4/2015

Una muy buena andada entre el Valle de Arce y el de Erro por las paredes del Larrogain, disfrutando de los bojes y musgos hasta la cumbre y de precipicios vertiginosos arriba., pero también del verde especial de las hojas de las hayas recién salidas a la bajada. Aunque las nubes han cogido un tinte un poco raro durante el almuerzo en la cumbre al final no ha habido ni pedregada, ni lluvia y ni tan siquiera una gota de agua e incluso un solecillo entre nubes en la bajada.
Desde Saragüeta tomamos un camino llano hacia Urdíroz. A unos 3 km comienza un ascenso exigente de unos 400 m de desnivel que termina en el collado de Iturtxupera, situado ya en el roquedo superior. A continuación ascenso suave a Larrogain (1.277 m), monte conocido para casi todos los integrantes. Almuerzo en la cumbre con inmejorables vistas. Regreso a Saragüeta por Peñarte, zona recorrida por la regata de Arangoa en su curso alto. La regata aparece en las fotos completamente seca, pero alguna vez seguro que lleva caudal, pues ha escavado un barranco profundo, una auténtica foz entre las peñas Askanzuleta y Zearrate; esta última cumbre estaba incluida en la propuesta del recorrido de ayer, pero finalmente no se llevó a cabo. El camino del barranco discurre por el lado derecho de la regata y atraviesa el hayedo de Arrataka; el lado izquierdo está poblado por un denso bojeral; era llamativo desde la distancia el contraste de colores entre ambas laderas.
Las vistas desde el alto de Larrogain son inmejorables y hacia el sur casi se pueden ver todas las cumbres de Navarra.
El uso continuado del fuego para el mantenimiento de los pastos y su posterior abandono en estos valles Prepireniacos ha favorecido la implantación del boj, Buxus sempervirens, que con su profundo enraizamiento resiste perfectamente el fuego y rebrota con facilidad. En algunos lugares estos bojes llegan a constituir auténticos bosques, bojerales, como el que hemos tenido que atravesar.
Con todos los tallos tapizados de musgos dado el alto grado de humedad que albergan.
Esta humedad unida a la naturaleza caliza del suelo ha permitido formarse unos profundos barrancos cubiertos de musgo e igualmente unos lapiaces "verdes" debido a que se ha unido la karstificación y la humedad ambiental.
 
La vegetación se encuentra en pleno esplendor antes que las hayas extiendan todas sus hojas y filtren la luz. Entre las muchas especies la lauréola, Daphne laureola y el isópiro, Isopyrum thalictroides.

Y aunque no se econtraban en flor ya tapizaban el suelo las castañas de tierra, Bunium bulbocastanum cuyo bulbos son buenos comestibles como las avellanas.
 
La Anemone nemorosa y el Erythronium dens - canis
 
La Scilla lylio-hyancinthus y la Scilla verna
 
Muchas orquídeas en los claros, Dacthylorhiza sambucina y D. elata.
 
La Polygala vulgaris y la Globularia vulgaris
 
 La Linaria supinay el Lathyrus montanus
 
La Corydalis bulbosa y las violetas de bosque, Viola reichenbachiana
 
Y ya cerca del pueblo dos especies curiosas, el cerezo de Santa Lucía, Prunus mahaleb y la hierba de las verrugas o celidonia mayor, Chelidonium majus.

Y solo como muestra el Coprinellus micaceus descomponiendo la hojarasca de las hayas, un hongo que aunque comestible no se puede consumir acompañado de una bebida alcohólica..
Tampoco han faltado bastante ejemplares de tejo, Taxus baccata a todo lo largo del recorrido
Y magníficos ejemplares de hayas e incluso algunos ejemplares curiosos como este serbal de los cazadores desarrollando sobre una gigantesca haya muerta y en descomposición.







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lunes, 20 de abril de 2015

Andoin - Legumbe. 18/4/2015

Ascensión a la cumbre de Legumbe desde la localidad de Andoin con visita a las cascadas de la zona.
Espectaculares las cascadas y caídas de agua que bajan de la sierra de Entzia.
 
Por muchas fotos que se pongan no se puede transmitir toda su belleza, frescura y armonía.
 
En la parte más alta una pequeña cascada musgosa.
El agua aunque no se aprecie discurre por toda la superficie de las rocas.
Al impregnar los musgos los empapa del carbonato cálcico que lleva el agua y reboza todo el musgo y otros restos orgánicos de este carbonato volviéndolos rígidos.
Con el tiempo la materia orgánica se descompone y queda solo el carbonato formando unas típicas rocas muy huecas, TOBAS, que al contener mucho aire son mucho más ligeras que el resto y se utilizan no solo como decoración sino en construcción de tejados o donde se necesitan rocas ligeras.
En estos barrancos umbríos encontramos ya la latrea, Lathraea clandestina que parasita las raíces de las hayas.
 
Los esporangios de las colas de caballo, Equisetum telmateia.
Por supuesto las violetas de bosques, Viola reichenbachiana
 
Y en los claros de la sierra dos hermanos, la anémone de los bosques, Anemone nemorosa con flores blancas y rosadas y la Anemone ranunculoides de flores amarillas.
Por supuesto las primaveras, Primula veris y escilas, Scilla lylio-hyacinthus

 
Otros dos hermanos, eléboros, el eléboro fétido, Helleborus foetidus más térmico y mediterráneo y el eléboro verde, Helleborus viridis, menos térmico y más propio de bosques caducifolios.

Cubriendo grandes superficies de los hayedos nos encontramos a la Corydalis bulbosa.
Aunque sin duda el mayor espectáculo nos lo dieron los narcisos.
El Narcissus pseudonarcissus var palidiflorus con sus brácteas externas más claras que la corona central.
No podemos olvidarnos de los magníficos paisajes del valle del Araquil
 
Del trabajo impresionante de los pico carpinteros sobre los hayas muertas en búsqueda de gusanos.

Y la guinda del día nos la puso el tiempo con una impresionante granizada que dejo el suelo blanco.

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