domingo, 25 de mayo de 2014

Gastiain - Otzamendi - Narcué. 24/5/2014

Precioso recorrido por el borde del labio norte del anticlinal erosionado que forma el Valle de Lana.
Mapa de ruta
Vista oriental del valle ojibal de Lana. En realidad ha desaparecido por la erosión toda la cubierta caliza de este lugar dejando una hondonada que corresponde al llamado Valle de Lana.
Ruta alternativa de ascenso a la cresta por lo que corresponde a un impresionante bloque de caliza desprendido por la erosión del agua del resto de la sierra y que muestra lo que ha ido sucediendo durante millones de años en el resto de la zona.
El recorrido se inicia en un bosque submediterráneo de encinas que pronto dan paso a los quejigos, con abundante flora de tipo mediterráneo, entre las cuales hemos podido observar en plena floración muchas, destacando,
El Carduncellus mitissimus.
El Acinus alpinus,
El lino blanco, Linum salsoloides.
Y el Coris monspeliensis entre una larga lista.
La jarilla, Helianthemum apenninum.
 
Al ascender vamos dando paso al quejigal y al final al hayedo y con ello un cambio en la flora y una clara disminución de las plantas en flor ya que muchas se encuentran ya pasado de floración. No obstante todavía vemos algunas especies en su momento, 
El bello toronjil, Melittis melissophyllum,
 
La fresa silvestre, Fragaria vesca, empezando aquí a florecer y la otabera o aulaga, Genista hispanica.


Un impresionante tejo, Taxus baccata colonizando las grietas calizas de los cortados de Lóquiz.
El alto de la sierra está dominado por arbustos rastreros como la gayuba, Artastaphyllos uva-ursi, el enebro, Juniperus nanus y por supuesto el boj, Buxus sempervirens.
 
El guillomo, Amelanchier ovalis y la coronilla de fraile, Coronilla minima.
 
Entre las rocas nos sorprende la Androsace villosa una planta típica de alta montaña perfectamente adaptada a las nieves y los frío, así como la Globularia vulgaris.
 
Las uñas de gato o Sedum altissimum, así como las cabras son también otros típicos pobladores de los roquedos que se nos dejaron ver.
Las cascajeras aparecen teñidas de púrpura por el Erinus alpinus.
 
 
Otras hierbas de las rocallas observadas, el Iberis bernardiana, la Saponaria ocymoides, el Geum sylvaticum y por toda la zona el boj en fruto.


En ésta época del  año y en estos claros y matorrales de enebros de montaña no podía dejarnos de dar una alegría encontrar unos setales de perretxiko, Calocybe gambosa, con todo lo que pueda parecer muy resecados.
Las regatas del pueblo de Gastiain parecen auténticos cultivos de cola de caballo, Equisetum telmateia, una excelente planta diurética y depurativa como corresponde a casi todas las plantas que crecen en lugares encharcados o con mucha humedad.
Y al revés, en los bordes de las caminos desarrolla la nueza negra, Bryonia dioica, una planta tóxica y con frutos rojos muy llamativos también tóxicos.



















domingo, 18 de mayo de 2014

Orbaiceta - Saiarre . 17/5/2014

Sábado 17 de mayo realizamos el bonito recorrido que partiendo de la fábrica de Orbaitzeta rodea la reserva natural de Mendilatz. Se han podido observar hermosas vistas de las cimas de Irati, Orhi etc que las podéis ver en la galería fotográfica de la salida,
Sin duda lo mejor de la salida el día y las magníficas vistas, solo de muestra.
Incluso la boca de la cueva de Arpea.
Entre la gran cantidad de flores destacaremos por su espectacularidad, los gamones, Asphodelus albus.
La bella Genciana, Gentiana kochiana, una de las muchas especies de gencianas con grandes propiedades medicinales, sus infusiones, tinturas y alcoholatos,muy amargos alargan la vida aumentando el número de glóbulos blancos, defensas.
La genciana acompañando a las otaberas, Genista hispanica.
En las rocallas, el Erinus alpinus., un especie de tomillo inodoro de los pedreros de montaña.
El tóxico eléboro verde, Helleborus viridis, cuyas hojas adormecen las manos si se las frota y los animales las respetan y no las mordisquean.
En los bordes de las autopistas y en muchos jardines llaman ahora la atención con sus flores grandes amarillas, las retamas, aunque las cultivadas no pertenezcan a la misma especie, el Cytisus scoparius se ha utilizado tradicionalmente para elaborar escobas en los pueblos.

Una de las muchas orquídeas silvestres que al principio de la primavera decoran el campo, la Orchis mascula.

Por último en los acuíferos, fuentes y en los lugares encharcados donde proliferan los mosquitos es raro que falte la Pinguicula grandiflora, una planta que atrapa mosquitos con sus hojas y los digiere como una auténtica planta insectívora.











domingo, 11 de mayo de 2014

Sierra Urbasa. Bentaberri - Arleze - Zarbide - Dulanz. 11/5/2014

El recorrido de este sábado transcurre por el borde oriental de la Sierra de Urbasa, en torno a la Falla de Zunbeltz. Estacionando los vehículos en Benta Berri, junto al Km. 22 de la carretera Estella - Beasain nos introduciremos por las praderas de Zalbide (Poldje geológico) en busca de la histórica calzada que comunicaba la Merindad de Estella con la costa guipuzcoana. Tras un rato de ascender por esta cómoda vía, nos ladearemos un corto trecho hasta la embocadura de la profunda sima de Arleze. En este sombrío paraje invertiremos el sentido de la ruta y bajo la cobertura del espeso hayedo, a través de un PR, iremos hasta los rasos de las Bordas de Arróniz. Desde este punto en marcha de ida y vuelta, acumulando
escaso desnivel, se puede ganar la pelada cima de Dulantz. El retorno al lugar de partida lo haremos bajando por la preciosa Cañada de Aldabidia, hoy en día recorrida por el GR. "Senda del pastoreo".
Ruta realizada.
Vista del flanco del anticlinal de Andía y al fondo el Sinclinal colgado de Satrústegui. Se aprecian los "dientes" que ha dejado el pliegue erosionado que forma el valle de Ergoyena. E igualmente se observa la ladera desnuda de vegetación por la erosión del agua que luego forma las dolinas, simas y poljes.
El agua que cae a la sierra, parte se introduce por las fracturas de la caliza y llega a formar grandes simas como la de Arleze.
Justo a la derecha de la foto se ve una gran depresión producida por el hundimiento del terrenos a disolverse en profundidad la caliza y que constituye el poldje de Zumbelz.
El Erinus alpinus, una preciosa flor de los roquedos de montañas altas.

Los alhelíes o Cheiranthus cheiri, una Crucífera que en esta época tiñe de amarillo buena parte de nuestros roquedos calizos.

 
Los frutos de las hayas, los hayucos, recién germinados forman auténticos bosques de hayas incipientes.
Aquí vemos el haya saliendo del hayuco y todavía con la cubierta colgando.
La Pedicularis pyrenaica, una Labiada de los prados de montaña.
 
La Fritillaria pyreniaca.
Y la curiosa flora de la aguileña, Aquailegia vulgaris, con 5 pétalos como trompetas invertidas.
Aunque no es el tiempo idóneo también hemos tenido ocasión de observar algunos hongos como la Psathyrella candolleana.

Una preciosa colonia de yesqueros, Fomes fomentarius,
sobre una de las muchas hayas muertas por rotura de las nieves del invierno.

Aunque no lo parezca se trata de la forma inmadura o plasmodial de un Myxomiceto, el Fuligo septica, sobre un tronco en descomposición de haya.
También se ha dejado ver un Reptil que no hemos podido identificar.