miércoles, 26 de noviembre de 2014

Izaga desde Sengáriz. 22/11/2014

Precioso recorrido circular por la cara sur de la Peña de Izaga
Los más atractivo el colorido de la vegetación, especialmente de los quejigos, Quercus faginea, en contraste con las carrascas, Quercus rotundifolia y los bojes.
 
Los quejigos  pierden parcialmente las hojas en otoño y toman ahora unos espléndidos colores.
Sin embargo no son las únicas plantas que observamos, como el Leontodon hispidus, o el Hieracium pilosella o Pilosella officinarum.
 
La Potentilla pneumanniana, o la hierba de San Roberto, Geranium robertianum.
Alguna jarilla como el Helianthemum appeninum.
 
Con buena vista también hemos podido observar algunos curiosos hongos como los niditos, Crucibulum laeve que en realidad son pequeños cuescos de lobo (lentejuelas) embalados en un vasito.
Y aunque la fauna es difícil de observar y todavía más de fotografíar, podemos identificar su presencia a través de algunas de sus huellas como estas de tajudo.
Y mucho más evidentes y más desagradables los nidos de procesionaria.
Y por supuesto no se puede terminar este pequeño reportaje si presentar la ermita de la Trinidad de Izaga.

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domingo, 16 de noviembre de 2014

Izal - Olotoki. 15/11/2014

Recorrido por tierras salacencas, con dos variantes por imperativo de los cazadores y de las circunstancias.


Una abundancia de agua caída en los últimos días nos ha sorprendido con esta magnífica cascada.


Pinares de Pinus sylvestris, pino royo, con mucho boj dominan el paisaje y se convierten en uno de los hábitats mejores para la fauna de gran tamaño
 

Como los jabaliés y los tajudos, Meles meles, que aunque difíciles de ver se perciben por los cazadores o por sus excrementos.
 
Difícil reflejar en fotos todo el colorido que nos ofrecen las hayas y robles en esta época del año.

 
Y por supuesto los típicos frutos del otoño, las setas y hongos.
En los pinares no podían faltar las negrillas, Tricholoma terreum.
 
Y los hongos de vaca, los hongos viscosos, Suillus luteus y Suillus granulatus.
 
Y otras de más amplia distribución y muy espectaculares, las galampernas, Macrolepiota procera, y las ilarrakas, Clitocybe nebularis.
 
Y algunas otras menos conocidas como el Tricholoma fracticum o la llamativa Amanita echinocephala con escamas piramidales en la superficie del sombrero y bulbo.
 
Algunas flores sobrevivientes como la manzanilla romana, Anthemis nobilis y la hiedra de tierra, Glechoma hederacea.
Y terminaremos este reportaje con otra superviviente, una hembra de chicharra arrastrando su oviscapto con el que supongo que a estas alturas ya habrá enterrado sus huevos.

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martes, 11 de noviembre de 2014

Goizueta - Mandoegi. 8/11/2014

Paseo circular por las cumbres que rodean las localidades de Goizueta y Arana, coronando el alto de Mandoegi.
En un paseo de cumbres es evidente que lo más atractivo ha sido los paisajes.
Cordal con el alto de Mandoegi al fondo.
El Cantábrico y Donosti al fondo.
El extremo occidental del Pirineo.
La mayor riqueza del recorrido radica en el gran número de cromlech presente.
En varios casos formando agrupaciones.
También dólmenes y otros monumentos prehistóricos.


Algunas cumbres con historia.

En Arano llaman a este alto Apaiezengurutze ya que el protagonista de la historia fue un sacerdote . Su nombre Tomas Arribillaga Apezetxea, nacido en Leitza en el año 1739 y fallecido en este lugar en 1779. Existen varias versiones sobre las causas de su muerte.En primer lugar se dice que era muy buen jugador de pelota. En fiestas de Arano ganó un partido en el que circularon cuantiosas apuestas que supusieron la ruina económica de los que apostaron en su contra. Alguno o algunos de ellos lo esperararon en el paraje de Baratzazarreta cuando regresaba a Leitza y lo asesinaron.
Otra versión dice que el cura de Leitza hizo mucho dinero en una partida de cartas contra el barbero de Arano, amigo íntimo de la víctima. Sin embargo, el barbero trató de recuperar las pérdidas aguardando el paso de Tomas Arribillaga en el paraje que hoy denominamos Abadekurutz o Apaizengurutze.
Otra variante indica que el malogrado cura dejó embarazada a una joven de Leitza con la que había mantenido relaciones. Los familiares tomaron venganza matándolo en el ya referido paraje.
Tampoco nos podemos olvidar de algunas joyas de Goizueta, como este lavadero.
 
En el ámbito biológico destacamos la vacas betizu, autóctona del norte de España.
Y hasta un pobre jilguero o cardelina que a pesar de su pose no ha sobrevivido a los malos cazadores.
Aunque el otoño es la temporada típica de los hongos muy poco tuvimos ocasión de contemplar en el recorrido, esta Hypholoma fascicularis en un tronco muerto de haya, que algunos se han intoxicado por confundirla con la seta de chopo.
O esta Escleroderma gigante, Scleroderma polyrhizum, ya muy deformada por las lluvias.
En el mundo vegetal los muros de esquistos de muchas de la huertas de la zona aparecen decoradas con capileras, Asplenium trichomanes
Y más raro aún encontrar esta planta, el chayote, Sechium edule, una planta comestible originaria de Costa Rica, Guatemala y Honduras que los antiguos propietarios de estas tierras trajeron como otras muchas a esta zona de clima tan benigno como el Baztán.

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